Acompañamiento a Adultas Mayores para el uso de Tecnologías en Pandemia

La pandemia ha permitido que muchas actividades de nuestra vida cotidiana se realicen de manera remota, obligando a las personas en general a tener que adaptarse rápidamente a estos cambios para poder seguir siendo productivos. Pero no todas las personas han podido adaptarse con esa velocidad a estos cambios, entre ellas los adultos mayores quienes aparecen como un grupo que incluso antes de la pandemia no eran en su mayoría usuarios activos de las nuevas tecnologías, por lo que ya existía una brecha digital en comparación al resto de la población.

El COVID vino a hacer esta brecha más visible, dejando inevitablemente relegados a los adultos mayores a cierto aislamiento involuntario, debido a que en este no-lugar de las nuevas tecnologías no se les ha dado cabida dejándolos a merced de la buena voluntad de familiares, amistades o vecinos.

En base a esto es que se decidió intervenir en un grupo de adultos mayores del barrio República, quienes son usuarios de los talleres impartidos por el programa Aprendizaje y Ciudadanía, con el objetivo de intentar acortar esta brecha digital y así poder incluirlos en este mundo digital, con la finalidad de entregarles herramientas de las que puedan disponer en caso de que quieran o las necesiten, y también puedan estar conectados con sus redes y familias.

En este contexto se trabajó con 5 adultas mayores del barrio, quienes mostraron gran interés por aprender y ser parte de estas alfabetizaciones digitales. La forma de trabajo consistió en visitas domiciliarias semanales, durante Diciembre y Enero – con todas las medidas de resguardo posibles- a través de sesiones de trabajo individuales y personalizadas, ya que todas tenían diversos acercamientos a la tecnología.

En la medida que se hicieron estas visitas se armó un plan de trabajo con cada una, cuya característica común es que las adultas mayores requerían aprender los usos de la tecnología para cosas prácticas, tales como: pagar las cuentas, conectarse a la plataforma ZOOM y otras aplicaciones que les facilitan la vida. Para ello también se les entregó material de apoyo, que consistió en carpetas con guías de uso, tanto de uso de celular como guías de uso de aplicaciones con explicaciones paso a paso.

Estas visitas tuvieron buen recibimiento entre las adultas mayores y dejaron en claro que es posible que las personas de este rango etario se inserten en el mundo digital sin mayores dificultades. También visualizamos que no basta con un taller para que esto sea posible, es necesario que se forjen otros espacios en los cuales se les de cabida a los adultos mayores para poder integrarse- en la medida que quieran- a estos espacios digitales.

Probablemente el COVID se irá en algún momento y se volverá a la vida cotidiana con la presencialidad de antes, por lo que quizás los adultos mayores vuelvan a un mundo que en general les resulta mucho más familiar que el digital. Pero es necesario otorgarles las herramientas para poder utilizar las tecnologías, sobretodo en función de que muchas de ellas les pueden facilitar la vida, pero también a muchos de ellos les permite estar acompañados a pesar de la distancia.

Natalia Gonzáles Espina.

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