Experiencia Comunitaria en Conchalí: Acompañamiento Psicosocial y Comunitario en Casos de Mediación Vecinal.

Santiago, 17 de Diciembre de 2020

 

En el marco de la colaboración entre el Programa de Aprendizaje y Ciudadanía de la Universidad Diego Portales y el Programa de Mediación Vecinal y Comunitaria de la comuna de Conchalí, dirigido por la abogada Carmen Gloria Moya, encargada de llevar a cabo mediaciones entre vecines que declaran tener conflictos de baja complejidad con personas de su comunidad, presentamos una experiencia de colaboración inédita entre el ámbito público y el privado.

Las mediaciones tienen como objetivo, la construcción de consensos a través del diálogo entre las partes involucradas, favoreciendo una convivencia no violenta al interior de las comunidades. Esto se lleva a cabo con la participación de la abogada a cargo, quien actúa como mediadora neutral, facilitando la comunicación hacia la búsqueda de soluciones efectivas.

En este contexto, surge la propuesta por parte de les estudiantes en práctica Catalina y Fabián de ofrecer un espacio de acompañamiento que permita complementar los procesos de mediación, desde una perspectiva psicológica y comunitaria para facilitar un abordaje interdisciplinar de los conflictos que tengan les vecines, en respuesta a dificultades percibidas por Carmen Gloria en procesos anteriores relacionadas a un alto nivel de estrés y agresividad por parte de les involucrades en las mediaciones, hecho que obstaculizaba las posibilidades de generar un clima adecuado que permitiera un diálogo empático y fructífero.

El acompañamiento propuesto es voluntario y consta de una primera sesión en la cual la dupla de practicantes, se reúne con cada una de las partes del conflicto por separado para profundizar en la problemática y en la postura personal al respecto, con motivo de preparar el espacio de mediación. Posterior al cual, se ofrece una serie de sesiones que buscan darle seguimiento a los casos y acuerdos logrados.

Las sesiones fueron abordadas de manera personalizada, según cada caso presentado, en los cuales se priorizó la escucha activa y una mirada comprensiva de los conflictos, además de la percepción subjetiva de estos que cada quien sostuvo. Junto con esto, surgieron algunos casos que, debido a su particularidad, necesitaron una rearticulación de la estructura propuesta inicialmente, para responder a necesidades que sobrepasaban el conflicto mismo.

Finalmente, y a pesar de algunas dificultades relacionadas al contexto de pandemia, a la difusión del espacio y a la aceptación por parte de les involucrades que surgieron -que en muchos casos se rechazaron producto de estereotipos asociados a la disciplina sobre quienes necesitan apoyo psicológico-, cabe señalar que las personas con las cuales se pudieron llevar a cabo los procesos de acompañamiento, tuvieron una muy buena recepción del espacio brindado, agradeciendo la instancia en tanto les aportó al proceso de entendimiento de los conflictos desde una perspectiva relacional y a comprender la importancia del diálogo y de la resolución no violenta de conflictos para la convivencia al interior de su comunidad.

 

Fabián Mondaca y Catalina Rodríguez, Estudiantes en Práctica del Programa de Aprendizaje y Ciudadanía UDP.

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